Mármol de Carrara.
Tos. Ginebra.
El sol es calculador.
No se acuerda de la estepa, no sabe dónde vive. Camina dando vueltas a la manzana y espera llegar a alguna parte. Eso cuando sale. A la mañana siguiente ya se olvida de las grandes decisiones, del potencial, de la palabra potencial, de las decisiones pequeñas. Sólo es la mañana, como antes fue la noche, y ninguna lleva a otro lado que el regreso a la misma calle, a la misma vereda, a la única ventana del edificio tras la cual hay una luz prendida.
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