Primero estuvo mi hijo. No hay fotos.
Después, el mismo 17 a la noche, vinieron a cenar mis amigos Natalia y Leandro. Natalia trajo esta pastafrola genial:
En Facebook, que por esto merece que le perdonemos (algunas) otras cosas, me saludaron cerca de doscientas personas (con mensajes públicos y privados). Le contesté a todo el mundo, mensaje por mensaje, porque me encanta.
El martes 20 vino el querido grupo del único taller de escritura que estoy dando: Beatriz, Cris, Juan Pablo, Melisa (Marina andaba de viaje). Beatriz trajó una torta espléndida, con velita y todo. Juan Pablo, que cocina como los dioses, un locro. Acá están, las personas y los comestibles (Melisa tuvo que irse antes de las fotos):
Después, lamentablemente, hubo que dedicarse a otras cosas.
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